EL LENGUAJE DE LA LITERATURA
Juan O. Jofré
La
evidencia de que la obra literaria es obra de lenguaje ha llevado a muchos
críticos a admitir que la literatura es un lenguaje y que su esencia radica en
un modo especial de su ser lingüístico. Se opone entonces lenguaje ordinario a
lenguaje poético y se trata de demostrar que este último posee ciertos
atributos exclusivos de los que carece el lenguaje ordinario. Importantes
corrientes de la poética contemporánea - decir de la ciencia o teoría de la
literatura- piensan que como la literatura, según este modo de ver, es un
lenguaje, ha de estudiársela con criterios y métodos lingüísticos, por lo cual
además, la poética vendría a ser una rama subsidiaria de la lingüística.
Es obvio que no se
puede negar el estrecho parentesco de la obra literaria con el lenguaje pero,
de la evidencia de que la obra literaria es obra de lenguaje, no se puede
seguir que la literatura misma sea lenguaje. Si la obra literaria fuera
básicamente un mensaje lingüístico por este solo hecho se descalificaría como
arte, ya que la obra literaria no es medio o instrumento destinado a informar
sobre el mundo de los hechos reales objetivos o subjetivos. Importantes
corrientes literarias han querido encontrar la esencia de la obra de arte
literaria en una suerte de lenguaje connotativo, a diferencia del lenguaje
ordinario y científico que se concibe sustancialmente como denotativo. Sin
embargo estas teorías es empeñan en ignorar el hecho evidentísimo de que
existen muchísimos discursos fundamentalmente connotativos que de ningún modo
pueden pasar por poéticos.
La literatura tiene
un lenguaje, que no es tú más ni menos que el lenguaje ordinario, pero ella
misma como un todo no es lenguaje, sino arte. Es verdad que una parte
importante de su peculiaridad como arte reside en el lenguaje, pero este
lenguaje es sólo la materia prima de que se vale el poeta para construir su
mundo de ficción. Así como el pintor se vale de ciertos materiales como la tela
y los pigmentos y, escultor del mármol o del bronce, el escritor se vale del
lenguaje. El lenguaje Y toda materia impone sus derechos al artista en tanto el
artista no puede hacer lo que quiera con la materia sino, tan sólo, lo que su
naturaleza posibilita. No es lo mismo trabajar con mármol que con arcilla, ni
pintar sobre tela que sobre muros. Del mismo modo el poeta no podrá tratar como
quiera material, el lenguaje, sino que tendrá que atenerse, aunque sea de una
manera menos rigurosa y formal, a las leyes morfológicas, sintácticas y
semánticas que el lenguaje de suyo posee. Podrá innovar, más allá de los
hábitos al uso, pero nunca podrá destruir su materia lingüísticas por grandes
que sean las exigencias de expresión. De aquí que sea correcto hablar del
lenguaje de la poesía, si por ello se entiende la materia con que trabaja el
poeta y que sea incorrecto hablar de la poesía como lenguaje, porque la poesía
es, entre otras cosas, mucho más que el lenguaje de que está hecha.
Texto
extraido del libro Filosofía del arte y la literatura del autor chileno: Juan
O. Jofré
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