viernes, 1 de julio de 2011

La crisis y la decadencia de la dirigencia española. Ensayo

La crisis y la decadencia de la dirigencia española.  

Acerca del debate  sobre el Estado de la Nación.

Leonardo Gutiérrez Berdejo.

Hace un par de días, en el curso de esta semana, se llevó a cabo en España el debate sobre el estado de la Nación.  Con un exceso  de parsimonias, los contrincantes ocuparon cada una de sus respectivas sillas rodeados de sus seguidores cuya única misión, parecía ser la de aplaudir o abuchear al líder o a su contrincante, según fuera el caso  Dijeran lo que dijeran, eso no importaba, lo que si importaba era aplaudir o abuchear al uno o al otro, parecía desprenderse de la atmósfera reinante en el recinto del Congreso de los Diputados.

De acuerdo a los diferentes informes recibidos en  las noticias, de antemano parecía conocerse lo que cada uno de ellos iba a decir, tal como en efecto se evidenció poco después a lo largo del debate. Por cuenta de José Luis Rodríguez Zapatero, no negar la crisis internacional  pero si el carácter de la misma en el país y el impacto negativo que ha tenido sobre la población española y, por parte del líder de la oposición, Mariano Rajoy, acusar a Zapatero de ocultar la crisis y de negar sus efectos. Sin lugar a equívocos, la nota prevaleciente en ambos líderes, fue la falta de argumentación y de un análisis serio y responsable sobre una crisis tan evidente que en otras latitudes y en la misma España está causando graves protestas de la población y en otras, juicios a banqueros inescrupulosos por su responsabilidad en la misma tal como ha sucedido recientemente con el banco Goldman Sachs que ha recibido del procurador de Nueva York una citación para comparecer por su papel turbio durante la crisis  de las suprimas. (Véase una completa información sobre este caso en www.avanzarcolombia.com)

Negar el carácter perverso de la crisis y los efectos negativos de la misma, como lo hace la administración de Rodríguez Zapatero  o, por el contrario, negar o  impedir el uso de herramientas legales que ayuden, de algún modo, la aplicación de mecanismos o de elementos, no para impedir la crisis, sino para evitar la agudización de la misma o obstaculizar el encontrar vías que conduzcan a la solución de la misma, tal como lo hace la bancada de Mariano Rajoy, parece ser el juego que se traen el gobierno español y sus opositores.  Muy poco parece importarle a ambos grupos que tienen una responsabilidad grande frente a la sociedad  española, pero esto parecen olvidarlo unos y otros. Olvidan o pasan por alto que negar la crisis  o negar los efectos de la misma, es tan criminal como no hacer absolutamente nada para remediarla o, de algún modo, hacerla recaer sobre quienes no la causaron y poco nada o nada tienen que ver con ella.

Pero, ¿qué tan cerca están los unos o los otros de la realidad económica española?  Veamos algunas cifras de la realidad económica de España para responder a esta pregunta.

Con una extensión superior a los 500 mil kilómetros cuadrados y una población estimada por encima de los 47 millones de habitantes, el Reino de España, mantiene una ubicación privilegiada al suroeste de Europa y el norte de África, con límites con Francia, Andorra, Portugal, Marruecos y el Estrecho de Gibraltar.  El 77% de la población vive en zonas urbanas y étnicamente la población está compuesta por una mezcla de tipos mediterráneos y nórdicos.  En un 94%, la población es mayoritariamente católica y el idioma oficial en todo el país es el español o castellano, que se habla como lengua materna en el 74% de la población; aunque hay otras lenguas importantes cooficiales en algunas comunidades autónomas, como el catalán, el gallego, el vasco y el valenciano, que también se ha reconocido por  ley como idioma propio. La capital es Madrid, con una población de 3.255.944 habitantes (1-1-2009). España está dividida administrativamente en 17 comunidades autónomas  o autonomías y 2 ciudades autónomas: Ceuta y Melilla. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la población económicamente activa supera los 23 millones de habitantes.

Después de una fuerte caída del PIB ( 270.620 millones de euros) que estuvo cerca del -4.5% en el 2009, la economía ha venido recuperándose muy lentamente hasta mostrar signos positivos en su crecimiento, que lo sitúan alrededor del 0.8 % en el primer trimestre de este año,  tasa de crecimiento que es insuficiente para responder a una creciente tasa de desempleo que redondea el 23.0%.
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La oposición centra sus ataques en sostener que frente a un alto desempleo que supera los 5 millones que si bien es cierto que  Rodríguez Zapatero no es el culpable de la crisis, si lo es de haber despilfarrado una herencia positiva recibida del gobierno anterior, de haber propiciado la destrucción de cerca de 3 millones de empleos y de haber permitido el cierre de numerosas empresas, así como de haber sido el causante de un franco deterioro social.

La U.E. le ha notificado al gobierno que no completado las reformas  necesarias para estabilizar la economía. Estas reformas se harían en el campo fiscal, financiero, laboral y en el sistema pensional, entre otras, para aumentar la competitividad y la productividad española, sin embargo, la oposición no cree que están reformas puedan darse ni esperar algo de ellas, pues el gobierno ha perdido autoridad y credibilidad y le queda difícil “sembrar esperanzas”, según las propias palabras del de Rajoy.

Con una elevada deuda externa que supera el billón de euros (1.729.009 millones de euros),  un déficit comercial notorio y con graves problemas de financiación,  el gobierno, de Rodríguez Zapatero se limita a confirmar la existencia de la crisis pero niega que todo lo que afirma la oposición liderada por Mariano Rajoy sea cierto y lo acusa de falsear la verdad de las cifras. Y afirma que la causa de la situación económica española radica en la falta de colaboración de la oposición para sacar avante las reformas, en el elevado endeudamiento del sector privado, en la baja productividad de la economía y en la caída de la inversión en vivienda. Sin embargo, el malestar por el desempleo, el elevado precio de la canasta familiar básica y descontento por el deterioro de la protección social se acrecienta y  se percibe en el ambiente la fuerza de una juventud inconforme que se aglutina esperanzada en el movimiento de Los Indignados. A todo esto se agrega la incertidumbre de los empleados que no ven con optimismo su empleo futuro en España.

El turismo mantiene su elevado dinamismo , pero  el gasto de los turistas extranjeros retrocedió en marzo hasta anotar una tasa interanual del -1,5%, lo que no impidió que el primer trimestre de 2010 se cerrara con un avance del 2,4% interanual. La introducción de los billetes y monedas denominados en euros eliminó una de las fuentes de información principales para el cálculo de los datos de ingresos por el concepto de Turismo y viajes en la Balanza de Pagos y de consumo de no residentes de la cuenta del Resto del Mundo de la Contabilidad Nacional.

El dogma neoliberal dominante en el pensamiento económico del país, liderado por el Banco de España y por otros centros de investigación como FEDEA, es que la causa principal de que el país no se  recupere y  no se tenga un mayor crecimiento económico se debe al déficit del estado. Según estos,, el déficit público absorbe demasiados recursos, que se sustraen de la actividad económica en el sector privado. De ahí la supuesta desconfianza de los mercados. De esta interpretación del porqué no se está saliendo de la crisis se derivan sus propuestas, desarrolladas por el gobierno español de reducir el déficit, intentando alcanzar este objetivo a base, primordialmente, de reducir el gasto público.

Análisis serios responden que no es cierto que en España se gaste en su estado del bienestar más de lo que pueda gastarse. El PIB per cápita de España es el 93.5% (en 2008) del promedio de la UE-15 (el grupo de países de semejante nivel de desarrollo al de España). Pero el gasto público social (que cubre todo el gasto en las transferencias –como pensiones- y servicios públicos –sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios domiciliarios, entre otros-) por habitante es sólo el 74% del promedio de la UE-15.

Cuadro 1.            La Economía de España.                                                            
Datos Básicos
Fecha
Valor
%
IPC
05/11
112.5
3.5
IPRI-ïndice de precios industriales
05/11
123.8
6.7
IPI
04/11
78.8
1.3
PIB (millones de euros)
1er.Trim/11
270.620
0.8
Ocupación hotelera-Grado –(%)
05/11
24.669.9
1.22
Tasa de paro (%)
1er.Trim/11
     21.29
1.24
Hipotecas constituidas: Importe medio (Euros)
04/11
113.425
-12.1
Población total (miles)
1/1/11
47.150.8
0.3
Población extranjera (miles)
1/1/11
5.730.6
-0.3
Exportaciones  (millones de euros)
1er trim/11
73.227
-0.24
Importaciones (millones de euros)
1er.Trim/11
81.669
2.07
    Fuente:  Instituto Nacional de Estadística

De esta manera, lo que ocultan los defensores  de esta apreciación dominante entre la dirigencia española es que el peso de la solución descansa sobre la clase obrera y los sectores más desprotegidos de la sociedad. 

Frente a la media –general - de la U.E. España muestra algunos datos que realmente sorprenden hasta al más incauto: tiene el doble de la población economicamente activa, pero tiene una tasa de desempleo que supera a varios paises africanos y orientales; es el país con el mayor número de contratos temporales y dobla la media europea; es el país con el mayor número de billetes de 500 euros, sin embargo un alto porcentaje de esos billetes no se declara lo que causa una evasión fiscal de magnitud considerable; los altos directivos de las empresas en España son los mejores pagados de toda Europa y en medio de la crisis sus sueldos se incrementaron en más de un 15%, pero el salario medio de los españoles, es la mitad del Reino Unido, de Alemania y Holando y la tasa de pobreza (20.8%) es una de las más alta de la Unión.   Otras fuentes señalan que entre 1995 y 2005, el salario medio real de los españoles perdió un 4% de poder adquisitivo; mientras que entre 1999 y 2006, los beneficios empresariales crecieron un 73%.

Ante este estado de cosas que sólo afectan a los ibéricos más desprotegisdos, gran parte de la población española solo espera encontrar  un empleo o permanecer en él para no encontrarse en la necesidad de perder su vivienda. Consciente de las elevadas cotas de impopularidad que ha alcanzado durante su segundo mandato, Zapatero lanzó un guiño al movimiento de los llamados "indignados", buscando un difícil equilibrio entre los duros recortes y las reformas implementadas para combatir la crisis y las políticas de protección social.

"Todas las reformas necesarias, sí, pero no a costa de romper los equilibrios sociales básicos de nuestro mercado de trabajo o de quebrar nuestro modelo social y constitucional. A costa de eso, no", comentó.


Sabadell, Barcelona. Julio 1 de 2011. 

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