El M-15 (Primera parte
Leonardo Gutiérrez Berdejo
Cuando por primera vez, en Colombia, me enteré del movimiento M-15 (15 de mayo) pensé que podría ser uno de esas tantas protesta que, ocasional y esporádicamente, realizan los jóvenes europeos por cualquier trivialidad. Conversaciones adelantadas con algunos de los jóvenes, y otros no tan jóvenes, manifestantes de la Plaza de Cataluña y de Sabadell y el éxito alcanzado en la organización de la confluencia el 23 de julio de seis grandes marchas indignadas provenientes de diferentes partes del país en la Puerta del Sol, en Madrid, me han llevado a rectificar mi posición sobre el movimiento. El caso es que hay motivos suficientes para la indignación frente
a todo lo que está sucediendo en la sociedad española.
Los siguientes apuntes, tomados, en su mayor parte de lo que sobre el movimiento han escrito Fernando Fernández-LLebrez en sus Reflexiones sobre el Movimiento 15 de mayo. 30 días en la calle (junio 18 de 2011) e Xabel Vegas, Sobre el modo de organización asambleario, pretenden una primera
aproximación al análisis sobre el movimiento. En mucho ha influido la lectura de ¡Indignaos! De Stéphane Hessel.
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Para poder comprender parte de lo que hoy está ocurriendo, creo que viene bien detenerse un momento en su génesis. Una génesis, como veremos a continuación, particular en algún sentido, sobre todo en relación a la forma habitual de actuar de la izquierda social.
Lo primero que conviene señalar es que DRY es una plataforma plural, conformada por ciudadanos y ciudadanas, con el apoyo de determinadas asociaciones o grupos, en la que se participa de forma individual. Aunque esta manera de funcionar no es totalmente novedosa, sí llama la atención que su existencia e historia sea una realidad que se haya configurado al margen de los grupos de la izquierda social que habitualmente se mueven en este tipo de actividades. Esto fue así hasta fechas muy cercanas a la famosa manifestación del 15 de mayo. Hoy ya se tiene más información a este respecto, pero todavía se necesita mayor conocimiento para hablar sobre una realidad tan nueva y diversa como es DRY.
En segundo lugar, que el DRY fuera una experiencia desconocida para cierto sector de la sociedad no significa que necesariamente estuviera conformada por personas inexpertas. Es verdad que entre los convocantes la presencia de la juventud era muy grande, pero también hay que considerar que no solo había jóvenes. Había personas y grupos con cierto recorrido sobre todo en internet (vgr: Anonymous, No les votes,...), aunque no solo en ese ámbito (vgr: Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Attac,...), produciéndose una mezcla de grupos y personas más y menos experimentados que dibujan un panorama novedoso desde el punto de vista de los movimientos y las organizaciones sociales.
Por otra parte y en tercer lugar, esta singularidad se detecta muy bien en la forma de convocatoria de la manifestación que fue bastante al margen de los medios de comunicación tradicionales (1). Las redes sociales (facebook y twitter, sobre todo) fueron la forma de convocatoria no solo de la manifestación, sino también de la creación de DRY (2). No obstante, este protagonismo de las redes sociales no significó un desprecio de las formas tradicionales de convocatorias tales como las octavillas, las pegatinas, etc., conocidas en Colombia como volantes, carteles, etc. Es más, las últimas semanas realizaron una labor encomiable para la convocatoria de la manifestación del 19 de junio, incorporando en este caso charlas informativas.
En cuarto lugar, si bien fue evidente el resultado el 15 de mayo, ellos llevaban trabajando sobre la idea unos cuantos meses antes. El movimiento no fue una cosa improvisada, aunque no se conociera o muchos no se enteraran hasta más tarde. Hicieron un trabajo de “hormiga” nada despreciable que, me atrevería a decir, forma parte de la manera de trabajar de DRY. Así por lo menos queda reflejado en uno de sus primeros comunicados cuando, al calor de la celeridad de los acontecimientos producidos por las acampadas, planteaban que no desesperáramos porque “si eso salió bien (en referencia al 15 de mayo) fue por ir poco a poco”.
En quinto lugar, la convocatoria de la manifestación, sobra decirlo, fue un éxito rotundo, mayor que las expectativas. Por ejemplo, en el caso de Granada, en la facebook de DRY, a fecha de 14 de mayo tenían unas 600 adhesiones a la manifestación. Más allá de los datos concretos, lo que resulta evidente es que la realidad superó con creces las expectativas, acudiendo miles y miles de personas a las distintas manifestaciones.
En sexto lugar, es evidente su heterogeneidad social, generacional e ideológica, lo que ha llenado de ricas experiencias el movimiento. Es un movimiento plural. Esta pluralidad está relacionada con un factor muy relevante: su capacidad para conectar con sectores amplios de la sociedad, lo cual considero muy positivo, siendo, quizás, una de las claves de su porvenir.
De forma general, el Movimiento 15 de mayo ha sido capaz de conectar con ciertas corrientes sociales de hondo calado de la sociedad y, a la par, juntarlas. Por lo menos se pueden destacar tres grandes sectores. Por un lado, ha conectado con las inquietudes de una gran parte de la juventud; por otro lado, con ciudadanos y ciudadanas (no solo jóvenes) en una situación de precariedad laboral o de ausencia de trabajo; y, por último, ha sido capaz de dar satisfacción a otro sector social que está muy descontento con los defectos democráticos del sistema político (una ley electoral injusta, la corrupción política, etc.). Es la confluencia de estas tres grandes inquietudes las que parecen marcar la heterogeneidad de dicho movimiento y de su conexión con sectores amplios de la sociedad. Queda por ver la profundidad de dicha conexión. En cualquier caso, estos son sectores que no están “cortados” por razones meramente ideológicas, lo que genera cierto cruce de ideologías entre las personas que forman parte de dicho movimiento (3).
Conseguir todo esto no es algo que se pueda desconocer. Realmente es un tesoro impresionante desde el punto de vista cívico. Un tesoro que convendría salvaguardar porque, en gran parte, de esto depende el futuro del propio movimiento. Es decir, el movimiento será una realidad de calado y sostenida en el tiempo, y no una experiencia efímera, si es capaz de seguir conectando con esos sectores sociales que le dieron, y le dan, sentido y legitimidad social. No conviene olvidar que sus principales protagonistas representan a jóvenes y ciudadanos normales y corrientes, con un pensamiento permeable, abierto, tolerante y no-violento que se aleja en mucho de los “grupos hiper-ideologizados” de antaño. De hecho, este movimiento social no ha nacido de dichos grupos sociales (4). Y en esto, radica su novedad y su grandeza, lo cual es muy significativa. Otra cuestión es ver si esa situación se va a mantener con el paso del tiempo.
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Existe alguna dificultad para caracterizar de un modo integral el movimiento, en su parte ideológica y, al respecto, aunque son muchas las opiniones que se escuchan, estas se pueden identificar concretar en lo siguiente:
Hay quienes han identificado este movimiento con una revolución. Si se ahonda un poco lo que esto significa en su sentido politológico estricto, considero que tal símil es incorrecto. El M 15 no tiene intención alguna de tomarse el poder político, carece de una vanguardia que represente a un sector social, ni hay un uso de la violencia armada para alcanzar los objetivos. Aunque se mire por donde quiera, tal comparación no resiste el rigor histórico ni teórico político.
Se sostiene que esto es una continuación del movimiento antiglobalización. Pese a que puede haber cierta conexión en algunas reivindicaciones y en la presencia de ciertos grupos, tanto su génesis como el protagonismo de los jóvenes, como su conexión con la crisis española, como su crítica al sistema electoral y a las élites políticas son solo éstos algunos de los elementos que desmienten dicha correlación. Ahora bien, puede que en su futuro termine en ese sector social y como dicho movimiento, pero, por ahora, no está ahí.
Se afirma también y con mucho eco, que el Movimiento 15 de mayo es una emulación del Mayo del 68. Esta postura también tiene sus contradictores y aunque es cierto que hay ciertos paralelismos como la crisis económica, la explosión social, la presencia de la juventud, el malestar político, la desubicación de la izquierda tradicional, la ocupación del espacio público, también es cierto que hay muchas diferencias como la gravedad y la causa de la crisis, que su germen no es únicamente universitario, que los valores sociales de la juventud de esta época son distintos, que sus promotores no forman parte de la New Left, que la no violencia forma parte de sus principios, sus exigencias concretas (más democracia, no referencia al socialismo,...), su materialismo (trabajo,....), que no hay conflicto intergeneracional,... y, sobre todo, la diferente época en la que se da y hacia la que se proyecta: el mayo del 68 (sobre todo el francés) fue un epígono del mundo del XIX (con muy pocas cosas nuevas) y lo del 15 de mayo responde más al siglo XXI (21).
Por último, hay lectura, que es la de mayor resonancia, tal vez, que es la que ve en el Movimiento 15 de mayo una proyección de las revueltas árabes. Lo cierto es que incluso entre algunos convocantes dicha intención esté presente; que hay aspectos comunes como los de la acampada (que desde el punto de vista simbólico es muy relevante) o la apelación a la dignidad humana (que desde el punto de vista de los valores también ha jugado un papel significativo). Sin embargo, hay factores contextuales que obligan a discutir dicha emulación y que no son baladíes o de poca monta a la hora de comprender el movimiento actual. Estos factores tienen que ver con que el Movimiento 15 de mayo que solicita más democracia, sino que lo que tiene enfrente de la realidad política española es un sistema democrático. Discutible y todo lo que se quiera, pero al fin y al cabo democrático.
A mi modo de ver las cosas, no me parece acertado comparar el sistema político español con el tunecino o con el egipcio, o el libio o el yemení. En casi todos estos casos, podemos estar seguros de que estamos frente a dictaduras y satrapías y quienes se manifiestan en las plazas de dichos países lo que piden no es más democracia, sino, llana y simplemente, democracia. Esta crucial diferencia no solo afecta al contexto y entramado político, que no es poco, sino también a quienes estamos a diario exigiendo una democracia real, como es el caso de España y de Colombia.
Una cosa en común con las revueltas árabes puede ser la defensa de la dignidad y de los derechos humanos, la eliminación de la corrupción en las altas esferas del estado y otros aspectos más, pero aquí de lo que se habla es de la profundización de la democracia real ya. No obstante, aparte de lo que se pueda estar afirmando, lo que hay que considerar es lo nuevo que está emergiendo en dicha experiencia para enfrentar la dura realidad de las consecuencias socioeconómicas de una crisis en la que unos son los culpables y otros los afectados.
La gran reunión del sábado pasado en la Puerta del Sol en Madrid, república de sol, como fue llamada, esta mini ciudad, no solo reunía jóvenes de todo el país, sino también ciudadanos y ciudadanas de todas las tendencias ideológicas y por la radio la nota central era la agresividad y el salvajismo del sistema financiero mundial y del sistema político español. El periódico 15-M news volvió a aparecer y las paredes y las bocas de metro, como lo señalaba El País, recordaban a Francisco Camps, el dimitido presidente de la Generalitat valenciana por su implicación en el caso Gürtel de corrupción. Para ayer domingo, en las horas de la tarde, estaba organizada una marcha multitudinaria y para el efecto las comisiones trabajaban arduamente en la vía de presentar más de mil casos de desahucios pendientes de ejecutar, dándosele prioridad a aquellos casos que implican a ancianos, niños o enfermos. La convocatoria de hoy también incluye una manifestación contra el Pacto del Euro y el 15 de octubre próximo está prevista otra con carácter internacional.
La gran esperanza del movimiento radica en hacer nuestro mucho de sus planteamientos en contra de las grandes fisuras existentes en el orden político actual que favorece el control y la corrupción de las élites gobernantes que actúan a favor de un sistema financiero simplemente indignante.
Sabadell, julio 25 de 2011.
(1) Aunque no lo fue totalmente. En un par de periódicos de ámbito nacional aparecieron algunas noticias sobre la manifestación. También se convocaron ruedas de prensa y se enviaron comunicados por parte de los convocantes, pero con nulo seguimiento, por lo menos en Granada, por parte de los medios.
(2) Como queda recogido en la web de DRY http://www.democraciarealya.es/ , DRY nace, primero, a través de un grupo en facebook llamado "Plataforma de Grupos pro-movilización ciudadana", creado por administradores de una de las páginas que han ido surgiendo en facebook por el descontento ante la crisis.Como informa un miembro de DRY Granada en un acto público, el primer mensaje que se emite como DRY es a través de Kaos en la Red , manteniendo desde este sitio y de la página de Menéame contactos y discusiones a través de los foros. El primer grupo general de DRY en facebook se crea el 11 de Marzo y el 15 de marzo en Twitter, surgiendo un poco más tarde la web de DRY. Para más información, véasehttp://www.democraciarealya.es/. y http://democraciarealyagranada.blogspot.com/
(3) Eso no quita para reconocer que, pese a esa variedad ideológica, haya una mayor presencia de la izquierda. De hecho hay algunas demandas que son típicas de la izquierda (vgr: la Tasa Tobin o la denuncia del Pacto del Euro). Pero hay muchas de sus demandas -las más significativas- en las que su fuerza no viene dada por su vinculación con la izquierda (aunque hayan sido formaciones de izquierda quienes en otro momento las hayan defendido). Por ejemplo, la crítica al sistema electoral por su falta de proporcionalidad no es una petición que se haga porque perjudique a la izquierda, pese a que IU lo sufra, sino porque penaliza a las formaciones políticas minoritarias de ámbito estatal, ya sean de izquierda o de centro o de derecha (vgr: UPyD). O la necesidad de un desbloqueo de las listas tampoco es una demanda necesariamente de izquierdas. O el problema de la corrupción tampoco es un problema que le afecte solo a la derecha. O la cuestión de las hipotecas tampoco es una exigencia que afecte a la izquierda, pues repercute sobre cualquier familia endeudada que no puede pagar sus casas, más allá de su ideología. Todas estas demandas, y otras, expresan problemas relativos a una mejor democracia, a una democracia de calidad, o a una mayor justicia social, pero no necesariamente son exigencias que solo afecten y provengan de la izquierda. Es esta complejidad la que hay que tener en cuenta a la hora de comprender la transversalidad del movimiento.
(4) Que el Movimiento 15 de mayo no haya nacido de los típicos grupos ideologizados de la izquierda no significa que no estén dentro del movimiento. De hecho, forman parte de él, lo cual no debería ser un problema.